El Gran y temido Anillo de Fuego. Así es como se llamó a la enorme cadena de islas volcánicas justo al sur de la Costa de Bronce y al Oeste de las Ruinas de Orr. Con el despertar de Zhaitan sólo los muertos vivientes lo patrullan.
Su volcán más grande es conocido como la Boca de Abaddon y allí es donde se encuentra la Hematites y la Puerta de Komalie.
El lugar está poseído por el mal y por fuerzas sobrenaturales que han dad forma a la lava creando rostros en acantilados y formaciones rocosas. Se supone que sólo los Mursaat habitaban allí, residiendo en la llamada Puerta de Onyx, una fortaleza que mantienen bajo su poder para defender la Puerta de Komalie y mantenerla siempre sellada.
Antes de abandonar Tyria, los Dioses lanzaron las cinco piedras de Hematites a su mayor volcán, la Boca de Abbadon. Muchos de los volcanes de la zona continúan activos, incluida la Boca de Abbadon lo que produjo que cuatro de las Hematites debido a una erupción, salieran despedidas de su interior siendo esparcidas por el Mundo de Tyria.
No había asentamientos humanos conocidos en el Anillo de Fuego desde que se cerrara la Puerta de Komalie.
Tras el despertar del dragón Primordus en nuestra era, la situación ha cambiado.
Tyria: Dragones y Leyendas 