Nota: Todo el contenido de esta entrada forma parte de la Historia Viviente de la Expansión Path Of Fire, si aún no sabes qué va a pasar, todo ello podría spoilearte.
Regreso al Ojo del Norte para poder contarle a Aurene y a Taimi todo lo ocurrido. Debo explicarles que Jormag ha dado su cara, la que esperaba, terrible, inquebrantables… idéntico a su gemelo Primordus. Aquí nunca podrá haber un equilibrio entre ambas fuerzas mágicas, si esto sigue así Tyria sufrirá muchísimo. Pero debemos hacer algo, debe haber algo que podamos perder para acabar con esta situación.
Les explico que el Consejo Arcano en la investigación de Primordus le ha dado una ventaja a Jormag y debido a ello, muchas vidas se han perdido. Tyria está en peligro y no dejará de estarlo mientras vidas inocentes caigan debido a su arrogancia de poder. Aurene no dudó en contactar con Jormag a través de su Voz que aún sigue enjaulado a su lado esperando así poder detener esta lucha.
Aurene habla con él, pero… su indiferencia y su insistencia de que él es un mal menor prosigue. ¿Mi alternativa es que un dragón que no escucha, que sólo habla para sí mismo, acabe con otro que espera hacer lo mismo si logra el control de Tyria? Por mucho que ambos discutan no llegaran a un acuerdo, y Aurene mantiene su postura de no participar en la contienda entre ambos sólo servir de enlace. Incluso Jormag trató de hacerla sentir culpable para lograr que se decantara por uno de los lados, fuera el que fuera pero a ser posible… el suyo.
Todo esto es agotador y sólo nos lleva a perder el tiempo. Según la profecía a Jormag sólo puede derrotarlo su hermano y Aurene se niega a involucrarse por miedo a provocar más daño y alterar un equilibrio ya de por sí muy endeble. Si lo que queremos es quitar a ambos dragones de esta ecuación hay que buscar otra forma.
Marjory se pone entonces en contacto conmigo, La Legión de la Escarcha está atacando una aldea sylvari, Cathal, en el Bosque de Caledon. Debo ir allí a tratar de evitar que más gente inocente muera. Canach se ofreció a ayudar también.
Al llegar a la zona Canach me espera allí. Debemos resolver la situación lo antes posible. La progenie está acosando a los aldeanos, así que debemos reforzar las defensas y protegerlos.
Cuando nos ponemos a ellos un Tengu apareció de improviso para ayudar. Es curioso porque son pocas veces las que esta raza se involucra precisamente en cosas que no sean precisamente las suyas propias. Al parecer, tampoco ellos pueden negarse a ayudar porque la Legión de Escarcha y su Progelie, están cerca de Dominio de los Vientos, su infranqueable ciudad amurallada que muchos conocen como «El Nido». Canach duda de ellos, y le entiendo. Pero no dejan de ser seres de Tyria que temen a los Dragones Antiguos y sufren las consecuencias de sus luchas como todos los demás. Nos dirigimos a ayudarlo junto a las puertas de la ciudad, y Kalidris, el Tengu nos acompañó hasta allí.
Luchamos ante las puertas de Dominio de los Vientos. He estado millones de veces en este lugar, imaginando qué protegen los Tengu con tanto celo. Mis antepasados vieron a esta raza como enemigos muchas veces y aquí estoy, en mi tiempo, luchando con ellos codo con codo.
Una gigantesca criatura de Hielo apareció en el acceso a la ciudad. Alcanzamos la victoria y Kalidris expresó su gratitud por nuestra ayuda ofreciéndonos su apoyo si fuera necesario en un futuro. Una alianza así es sin duda una gran noticia. El Tengu nos acompañó hasta allí.
El vinculo que Braham posee ahora con los Espíritus de la Naturaleza ha aumentado enormemente, y a la vez, también su vínculo con los Dragones Ancianos. Las palabras que el Gran Espíritu de la Lechuza le dijo han calado muy hondo en él. «La naturaleza en conjunto puede dirigir la caída». Para mí tenía sólo un sentido, Braham podía ser el yugo que manejara el flujo de magia contra el dragón de fuego.
Pero esta idea es una terrible temeridad. Y ahí podía verlo. Se había decidido. Y en la visión mencionaba a los espíritus que podían protegerlos para no acabar corrompido por completo al convertirse en el Campeón de Primordus. Siendo así, esperaba poder enfrentarse a Jormag en su guarida.
Y allí estaba yo, en la visión del Estanque Mágico presenciando en primera persona como Braham hablaba con el Cuervo, la Osa, el Lobo y la Pantera de las Nieves, dispuestos a protegerle abriéndose camino hacia el corazón del volcán. Contando con la protección de su magia, se abría paso hacia él, confiando en que el Norn es sin duda el protagonista de la profecía de mi pueblo. Él rompió el diente de Jormag con el arco de su madre en el Gran Albergue. Y por ello, él debía ser el que acabe con el dragón de Hielo. Y si es así, iba a necesitar toda la ayuda posible. Una vez alcanza la parte más profunda del volcán se enfrenta a un gigantesco destructor que amenazaba poner fin a toda su aventura, pero Braham lo doblegó.
Una vez conseguido, pide consejo a los Espíritus de nuevo, y estos le aconsejan una última vez: el Lobo los uniría, la Pantera de las Nieves dirigiría la sed de sangre del dragón hacia su propio hermano, el Cuervo otorgaría la claridad de ideas a Primordus para que tuviera claro que Jormag es su verdadero enemigo y la Osa aportaría la ferocidad y la fortaleza para protegerlos a todos y no verse consumidos por la rabia del Dragón de Fuego.
De esta forma, Braham se ofrece como Campeón de Primordus. Iba a necesitar todo su ser, y el de los Espíritus de la Naturaleza para completar su misión, y no caer muerto o dejar de ser quién era.
Cuando salgo de la visión del Estanque Mágico, las dudas me corroen. No sé si he perdido a mi amigo, sólo sé que su plan es inamovible. Fue su decisión y nada puedo hacer para impedirlo.
En ese momento Malice se pone en contacto conmigo para informarme de que los Olmakhan querían unirse a la lucha también. La Legión de la Llama incluso estaba dispuesta a luchar unida al resto de facciones. Rox se uniría a mí como emisaria para escuchar el plan de Crecia. Por ello acordé unirse a ellas en Costa Mareasangrienta para mediar de forma neutral.
Nada más llegar, la Progelie apareció en la zona así que debimos luchar primero. Tras evacuar la zona logramos salvar a bastante gente del ataque. Por fin pudimos alcanzar el faro. Tras llegar allí, Rox dejó muy claro que los Olmakhan ayudarían a la causa porque es su deber para conmigo. Apuntalamos las defensas del faro y rechazamos las oleadas de la Progelie hasta la aparición de un ser helado gigantesco. Tuvimos que recurrir a cañones para hacerlo pedazos tras una batalla campal impresionante.
Tras conseguir la victoria, Rox, Crecia y Malice cerramos el pacto y nos dispersamos para poder acabar con los enemigos rezagados.
Mientras permanecía allí recibí avisó de Rytlock, que estaba de misión con Efram para tratar de salvar lo que quedaba de la Legión de la Llama en la Colina del Corazón de Fuego.
La situación allí se había complicado sobremanera. Del suelo surgían destructores que amenazaban con acabar con todo a su paso. Necesitaba ayuda. Tras dirigirme allí Rytlock no tenía nada claro que la Legión de la Llama con la que llevaban años y años de enfrentamiento pudieran ayudar en algo. Los seguía viendo como puros fanáticos. Pero Efram me apoyó en que era posible una alianza ante la amenaza. Simplemente era necesario un líder fuerte que los alejara de ideas de separación, un líder que los mantuviera unidos y cambiara su forma de vida para recuperar por fin a la sociedad Charr por completo. Rytlock accedió a ayudarnos a combatir a los destructores, el enemigo común de todos nosotros.
Salvamos soldados y organizamos las defensas. en cuanto el campo de batalla estuvo controlado, ayudamos a Efram a conseguir más efectivos.
Las fuerzas de Jormag aparecieron de repente en uno de los puentes, allí fuego y hielo colisionaron y amenazaron con destruirnos por ponernos en medio. Y mientras luchábamos tratando de sostener ambos frentes, Braham surgió de la nada para luchar. Allí ante nosotros y convertido en el Campeón de Primordus, luchó con todo su empeño en acabar con todo lo que tenía que ver con Jormag. Tuvimos que hacer malabarismos para lograr ayudar en esa lucha sin dañar a Braham en el intento.
Conseguimos una victoria, Jormag y su Progelie fue aniquilada, y tal como apareció Braham desapareció. Sin duda volveríamos a verle, volvería a la lucha pero… lo único que yo quiero saber es si mi amigo sigue siendo mi amigo, si algo de él queda tras su porte de Campeón de Primordus.
Efram nos habló entonces de sus planes de unificación. Aseguró que él convencería a los miembros más radicalizados de la Legión de la Llama. Hará todo lo posible y con ello, el futuro de los Charr como raza unida sería todo un avance.
De momento Tyria está en calma… pero sé que sólo será la calma que precede a la tormenta.