Mordremoth, El Dragón de la Selva

Es el más reciente Dragón Anciano que ha despertado en Tyria. Su influencia se ha visto sometiendo a las plantas y transformándolas en Mordrem y a las mentes de los Sylvari que se han pasado a su lado.

Fue Scarlet Briar quién logró despertarlo a principios de 1327 d.E y supo de él aunque la mayoría de los estudiosos creían que eran sólo cinco dragones. Los Enanos, en cambio, sí sabían de su existencia, igual que los Jotun, aunque no tenían detalles de su naturaleza ni de su ubicación.

Las investigaciones sobre la magia que los dragones buscan para sí permitió por parte de Scarlett dar con él. Según el propio Árbol Pálido, la corrupción de Mordremoth se filtra a través de la voluntad de cada uno de los de su raza.

Su influencia alcanzó Fuerte Salma y Fuerte Concordia, y su búsqueda por conseguir más magia, le hizo acabar con la red de puntos de interés de Tyria dado que éstos usan las llamadas Líneas Ley.

Hoy, el Pacto busca la forma de acabar con él y su influencia en las Selvas de Maguuma.

 

Zhaitan, el Dragón de Orr

Los Enanos lo nombraban en sus leyendas. El dragón ha dormido en las profundidades de la tierra, bajo la Península de Orr. En 1.219 Después del Éxodo, despertó de su letargo. Al despertar, hizo que la Península de Orr, hasta ahora sumergida bajo el agua (fue sumergida por el Visir Khilibron que desató un poderoso hechizo que hundió la península de Orr para evitar que los Charr alcanzaran Arah, la ciudad de los Dioses) Su despertar desató maremotos, que alcanzaron lejanas islas con puertos seguros, causando además la muerte de los Corsarios que habían logrado establecerse en las pocas islas que aún permanecían sobre el agua de la antigua Orr. El maremoto alcanzó además las Islas Bélicas, y Arco de León.

La Ciudad de Arco de León, centro neurálgico de Kryta donde comerciantes de todo los lugares de Tyria llegaban para comerciar o para viajar a lugares más lejanos, se vio hundida bajo las aguas para siempre.

A la vez, Zhaitan usó sus poderes para apoderase de los muertos errantes de Orr, logrando formar un gigantesco ejército. Hizo emerger de las profundidades de Orr, los barcos de corsarios hundidos, llenándolos de no-muertos y creando una flota muy importante. Alcanzaron las costas del Anillo de Fuego, tras cruzar el Estrecho de Malchor, bloqueando de esta forma la comunicación con el continente de Cantha.

El dragón domina a sus ejércitos desde su guarida en las ruinas corruptas de la Ciudad Sagrada de Arah.

Zhaitan posee un campeón que asola la zona llamada Costa Astillada en Pantano de las Centellas de Maguuma, y es conocido como Tequatl, el Sombrío, el cual emerge de las aguas de la zona, y al que sólo se puede vencer usando de forma coordinada un Megalaser que hay que defender mientras es preparado para el disparo.

Jormag, el Dragón de Hielo

En 1.165 después de Éxodo, despertó en las lejanas Montañas Picoescalofriantes el Dragón Anciano Jormag.

Los primeros que sufrieron su despertar fueron la raza Kodan que tuvieron que huir de los mares helados en los que vivían en paz y luchar contra los habitantes Norn que encontraron al escapar de la amenaza.

Su despertar provocó terremotos e hizo que grandes grietas se abrieran en el profundo norte, haciendo que aparecieran nuevos mares helados. Hoy son el refugio de los Santurarios Kodan, dado que muchas ciudades iceberg del norte de los Kodan fueron destruidas.

En 1.078 Después del Éxodo, Jormag convenció a el joven Norn Svanir para unirse a él, asegurándole que conseguiría gran poder. Éste cedió convirtiéndolo en el primer campeón del dragón y haciendo que su aspecto cambiara a un cuerpo helado mitad oso y mitad Norn, siendo conocido a partir de ese momento con el sobre nombre de «Oso Norn«. Aquello provocó además que cayera una maldición sobre los de su estirpe, haciendo que su hermana Jora perdiera su capacidad para convertirse en oso, propia de su familia.

Aunque Svanir fue derrotado, desde entonces una facción de Norns rinden culto a Jormag creyéndole el Espíritu Salvaje más fuerte siendo conocidos todos ellos como «Hijos de Svanir«.

Los Norn también tuvieron que huir de sus tierras, debido a la aparición de criaturas de hielo sirvientes del dragón llamados Progelie teniendo que viajar hacia el sur, a territorios que un día fueran de los Enanos. El llamado Lago Drakkar y el Campamento de Gunnar son ahora pasto de los sirvientes del dragón. Antes de huir de sus territorios los Norn hicieron frente a Jormag, y fue el guerrero Norn Asgeir, quien fue capaz de arrancarle un colmillo al dragón antes de llevar a los suyos a través de la montaña siendo guiados por los Espíritus Salvajes de los Norn: La Osa, el Lobo, el Cuervo y el Leopardo de las Nieves. Hoy día, se conserva el diente en la ciudad de Hoelbark, en el Gran Albergue donde es expuesto como una reliquia y donde los Norn prueban a intentar dañarlo. Se dice que aquel que consiga romper el diente, será el héroe capaz de derrotar al mismísimo Jormag de una vez por todas.

La mayor amenaza, a parte del propio Jormag en las Montañas Picoescalofriantes es su lugarteniente campeón conocido como «La Garra de Jormag«. Un gigantesco Dragón de Hielo que hace aparición en la zona conocida como Lago Drakkar.

Kralkatorrik, el Dragón de Cristal

En 1.320 Después del Éxodo en las Llanuras Bélicas de Grothmar, en pleno territorio Charr, lo que parecía una montaña de repente alzó el vuelo, y avanzó en dirección sur sobre volando el territorio Charr desde esa zona, cruzando las Estepas Crestafulgurantes y creando lo que desde entonces se conoce como la Marca del Dragón.

Durante su vuelo, nubes negras y tormentas eléctricas de peligrosos rayos que rodeaban su cuerpo alcanzaron las tierras, haciendo que todo aquello que su aliento dorado tocara, se convertía en cristal. La Hermandad de Guerra, la escuadra de la Charr Almorra Guardalma, fueron los primeros que vieron alzarse al dragón, y los primeros en ser marcados. Almorra logró salvarse, pero tuvo que acabar con la vida de toda su escuadra. En ese momento y ante aquella terrible decisión, decidió fundar la Orden de la Vigilia.

El dragón voló sin descanso hasta alcanzar el Desierto de Cristal, donde aterrizó cerca de la Guarida de Glint y de la Tumba de los Reyes Primigenios. Desde que aquello ocurriera, no se ha podido volver a tener contacto con el continente de Elona, salvo para la Orden de los Susurros, que de alguna manera si han cruzado hasta allí.

Poco tiempo después de despertar Kralkatorrik un grupo de héroes se unió para intentar luchar con él. Para ello lograron reclutar a su campeona llamada Glint. En el último momento, el plan de acabar con Kralkatorrik falló, el dragón escapó muriendo Glint en el intento.

Hoy día, en la zona conocida con el nombre de Arroyo de la Vega en Estepas Crestafulgurantes en Ascalon, el dragón conocido con el nombre de El Asolador, un lugarteniente de Kralkatorrik trata de acabar con todo aquel que se enfrenta a él.

Primordus… El Primer Dragón Anciano

Todos los Dragones Ancianos, han tenido antes que ellos o durante su ausencia, secuaces que han asolado Tyria mientras ellos permanecían ocultos.

Antes de que Primordus, el Dragón de Fuego despertara, lo hizo uno de sus generales más importantes, llamado El Gran Destructor. Tras ser derrotado, Primordus despertó después, en 1.129 d.E, haciendo además que el resto de dragones durmientes comenzaran a moverse.

Los Asura, contemplaron durante mucho tiempo a este dragón dormido tomándole por una simple estatua que emitía gran cantidad de energía mágica la cual trataron de entender y estudiar. Para poder comprenderlo se construyó la Cámara de Transferencia Central cerca del dragón. Gracias a eso, se descubrió que los dragones en general, absorben magia para luego acumularla, mientras hibernan. Una vez se despertó Primordus, los Enanos, que ya poblaban la superficie, intentaron alcanzar esas profundidades para tratar de hacerle frente. La leyenda dice que aún hoy, no pueden verse Enanos en la superficie pero que muchos de ellos se encuentran en las entrañas de Tyria impidiendo que los secuaces de Primordus suban a la superficie.

El dragón se ha mantenido por debajo de la superficie desde que ha despertado, dejando grandes extensiones de terreno subterráneas repletas de secuaces ardientes o de tierra. Razas como los Skritt o los Asura tuvieron que buscar un nuevo hogar en la superficie.